Celebración Comunal de la Unción de los Enfermos

Este sacramento de sanación se celebrará durante la misa en español a la 1pm el domingo 13 de febrero de 2022 de acuerdo al ritual de la Iglesia, ungiendo con aceite a aquellos que de alguna forma  están enfermos. Aquellos que quieran ser ungidos, se les anima a que se inscriban. Haga un clic aquí para el formulario de inscripción.

Sacramento de la Unción de los Enfermos 

De los siete sacramentos, la Iglesia clasifica dos de ellos como sacramentos de sanación: Reconciliación (conocido como la Confesión) y la Unción de los Enfermos.  Cada uno de ellos envuelve el sanar a la persona humana; uno por la salud espiritual y el otro por nuestro bienestar físico. Como se han practicado estos sacramentos en la vida de la Iglesia, ha diferido en tiempo.  Este breve sumario es acerca de la unción de los enfermos. Históricamente, el aceite se usaba bastante en el mundo antiguo para una variedad de intenciones: cocinar, iluminar, preparación de los atletas, marcas especiales y sanación de heridas especiales. Por tanto no es sorprendente que el Nuevo Testamento incluya referencias del uso del aceite, una vez en el Evangelio de Marcos y otra en la carta del Apóstol Santiago. 

En la vida de los primeros tiempos de la iglesia, era común el uso del aceite para la sanación; el obispo daba una bendición especial que invocaba a Dios por el beneficio del enfermo. Durante los primeros siglos, la aplicación del aceite bendecido, podía ser hecho por cualquier bautizado, ya que era principalmente para la sanación de defectos físicos. Después, empezó a ser asociado con el moribundo para sanar su alma antes de la muerte, especialmente si se hacía  junto con la última confesión. Durante estos últimos siglos, este uso de ambos sacramentos, se llegó a limitar solo para aquellos que han sido ordenados, en particular, el sacerdote. 

Todos los sacramentos son para beneficio individual, pero todos somos miembros del Cuerpo de Cristo. Por tanto cuando un miembro del cuerpo está afligido, también está el resto del cuerpo. Así como el cuerpo físicamente hace un esfuerzo para sanar la parte dolida, también el cuerpo espiritual, se une en la sanación del miembro injuriado.  Reflexionando esta teología, la Iglesia anima que este sacramento se ofrezca lo más posible de una forma pública, aún si se hace en un hospital o casa de hospicio. Así el ritual del sacramento provee la celebración de la unción como parte de una liturgia en comunidad, como la misa, y como hacemos por los bautismos, primeras comuniones, y los otros sacramentos. 

Además de eso, el rito es ahora más inclusivo de quien puede ser ungido, no importa la edad. La unción puede ser administrada a aquellos que se preparan para una cirugía, los enfermos, los que sufren enfermedades mentales, los debilitados por la edad, y otros que juzgue prudente el párroco (o capellán). 

Este sacramento reconoce que la unción es un aspecto del cuidado pastoral para el enfermo. Más allá de la unción sacramental, otras visitas al enfermo se recomiendan, donde  las Escrituras y Comunión se puedan proveer al enfermo o impedidos. La conexión comunal es simbolizada por el ministro pastoral quien después de cualquier misa, lleva las Escrituras del día y una hostia consagrada de esa misa, a aquellos enfermos o que por otra circunstancia no puedan venir a misa. 

En San Mateo, nuestra celebracións comunal del sacramento de la unción se ofrece normalmente en octubre y febrero, próximos a las fiestas de San Lucas y Nuestra Señora de Lourdes, que están relacionadas con los enfermos. 

“Si alguno de ustedes está enfermo, llamen a los sacerdotes de la iglesia, para que les unja con el aceite en el nombre de Dios y recen sobre él.”   (Santiago :14) 

                                                                                          —Diácono Bart Merella